viernes, 3 de febrero de 2012

Ejemplos de rebelión a la autoridad y sus consecuencias

Ejemplos de rebelión a la autoridad y sus consecuencias

“De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.” Romanos 13:2.
1- LA REBELIÓN DE CAM (Génesis 9:20-27)
Un día Noé se embriagó y quedó desnudo en medio de su tienda. Cam, su hijo menor, vio su desnudez y se lo dijo a sus hermanos. Cuando Cam vio la conducta impropia de su padre no tuvo el más mínimo sentimiento de vergüenza o pesar, ni procuró encubrir la falta de su padre. Cam tenía un espíritu rebelde. Sem y Jafet entraron en la tienda caminando hacia atrás para evitar ver la desnudez de su padre y lo cubrieron con ropa. Más tarde, Noé profetizó que los descendientes de Cam serían malditos y que vendrían a ser siervos de los siervos de sus hijos.
2- EL FUEGO EXTRAÑO OFRECIDO POR NADAB Y ABIÚ (Levítico 10:1 y 2)
Nadab y Abiú servían como sacerdotes auxiliando a Aarón su padre. Ellos creyeron que podían ofrecer sacrificios por sí mismos, así que los ofrecieron sin que Aarón se los ordenara. Pasaron por alto al que tenía la autoridad. Los que están sujetos a la autoridad deben seguir a la autoridad delegada por Dios.
3- LA MURMURACIÓN DE AARÓN Y MARÍA (Números 12)
Aarón y María no estaban contentos con la mujer etíope con la cual se había casado Moisés, así que hablaron en contra de él. Ambos atacaron la posición de Moisés en base a un problema familiar. Ni Aarón ni María reconocieron la autoridad de Dios. La ira del Señor se encendió contra ellos.
4- LA REBELIÓN DE CORÉ, DATÁN Y ABIRAM (Números 16)
Ellos junto con 250 más se reunieron para rebelarse en contra de Moisés y Aarón y atacarlos. En respuesta, Moisés se postró delante del Señor y les dijo que esperaran al día siguiente para que el Señor mostrara quién era suyo; pero, Dios y su autoridad delegada son inseparables. No era posible mantener una actitud hacia Dios y otra hacia Moisés y Aarón. Como consecuencia, la tierra se abrió y tragó a todos los hombres.
¡La rebelión es contagiosa!

Fuente: Impactoevangelistico.net

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