martes, 13 de marzo de 2012

¿Por qué se rompe la comunión con Dios?

¿Por qué se rompe la comunión con Dios?        Rev. Rodolfo González Cruz 

Desde que Dios creó al hombre y a la mujer ha hecho pacto con nosotros, ya que siempre ha querido tener comunión con todos; aún cuando el hombre pecó.

“La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto”, Salmo 25:14.

Tener comunión con los demás hermanos nos habla también de una relación profunda con Dios. “Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros…”, 1 Juan 1:6-7.  

La Palabra dice que si nosotros no amamos es porque no conocemos al Señor. Usted tiene que tener a Dios en su vida, esto es llenarse del conocimiento de sus leyes, de sus estatutos, de sus mandamientos; cuando uno las recibe de todo corazón se llena de Dios. Cristo dice: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama, y el que me ama, será amado por mi Padre, y  yo le amaré, y me manifestaré a Él” (Juan 14:21). “El que me ama, mi Palabra guardará; y mi Padre le amará…” (Juan 14:23). Para que Dios esté con nosotros, tenemos que guardar su Palabra, es decir, tenemos que conocerla y practicarla.

Hoy tenemos un pueblo de Dios numeroso sobre la tierra, que se denomina cristiano, pero es necesario que ellos guarden la Palabra del Señor y vivan conforme a estas Escrituras. El versículo que hemos citado, nos menciona que “la comunión íntima de Jehová es con los que le temen…”, y el que teme a Dios es el que oye su voz. Cuando lee o escucha la predicación de las Escrituras, está recibiendo la voz del Señor y entonces puede usted decir que es Dios quien está hablando a su vida, cuando rechaza la Palabra de Dios y no le hace caso está despreciando a Dios.

No aceptamos que las personas digan que Dios no existe y que todo lo que nos rodea se hizo solo; hay que entender que hay un Dios que todo lo hizo, y a aquellos que temen, respetan y obedecen sus mandamientos con temor y temblor les hace conocer su pacto. Desde que Dios creó al hombre y a la mujer ha hecho pacto con nosotros, ya que siempre ha querido tener comunión con todos; aún cuando el hombre pecó. Dice que el Señor salió a buscar a Adán, a pesar que sabía el pecado que había cometido; lo mismo pasó cuando Caín mató a su hermano, el Señor le buscó.

¿Sabe usted por qué se rompe la comunión con Dios? Hubo una etapa maravillosa cuando no había diablo, no había demonios. Allá en el Tercer Cielo había una cantidad de miles de millones de ángeles, arcángeles, serafines y querubines. Nosotros no tenemos una idea real de lo grande y maravilloso que es el Cielo, no podemos conocer la grandeza de todo lo que hay en ese universo. Quizá ha visto esos documentales que se hacen bajo el mar, ahí vemos una gran cantidad de peces de diferentes especies que no conocemos; imagínese que hay todo eso en la tierra, pero se imagina las cosas tremendas que hay allá en el Tercer Cielo, donde no hay hombre, avión y naves espaciales que puedan llegar.

Dios nos revela a través de su Palabra en Ezequiel 28:13-15, leemos: “En edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todo tu camino desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”.

No podemos maravillarnos de que algunas personas dentro de nosotros que se hayan rebelado, se hayan vuelto nuestros enemigos, porque cuando pensamos en este personaje: un querubín grande, a quien le llama la Biblia que era protector -“yo te puse en el santo monte”, le dice Dios; sabemos que éste, quien se rebeló, ha sido creado por Dios. ¿Quién lo creó?, ¿quién hizo a este querubín tan grande? Fue Dios, quien lo vistió de toda estas piedras preciosas.

Con todas las declaraciones que hizo Dios de este hermoso ser que Él creó y con todas las cosas que le dio, éste ángel se sintió grande. Dios le dio una facultad y un poder extraordinario, que aun caído, dice la Palabra: “Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Judas v.9); y se trataba de un arcángel, que tiene una autoridad, un poder que Dios le dio. No digamos yo te reprendo, hay que decirle: ¡El Señor te reprenda! Debemos saber que tenemos un enemigo que sí es fuerte, pero el que tiene a Cristo es más fuerte que él. Nosotros no tenemos miedo al diablo, porque el que está con nosotros es más poderoso que él y todo su ejército de demonios.

Como vemos había en el Cielo un ambiente maravilloso, una perfecta comunión, una unión, un respeto, una sujeción; habían ángeles de grados diferentes, todos los grados que vemos en la tierra, es una copia pequeña de lo que hay en los cielos. Los equipos de grabación que tiene Dios en el Cielo, porque yo pienso que hay unos hilitos que son invisibles, que están instaladas con cámaras y grabadoras, por eso dice el Señor en uno de los Salmos, que aun de nuestras meditaciones en las noches se agrada o se desagrada nuestro Dios.

Dentro de este tema es muy importante saber que en el Cielo existe una autoridad que se respeta, porque donde está Dios hay respeto. Si no existieran autoridades habría caos, pero se necesita una verdadera autoridad que no sea abusiva, en base a lo que Dios establece en su Palabra, con amor, misericordia y sabiduría. Si siente que le falta autoridad pídaselo, pero no para golpear sino para ayudar.

Aquí tenemos a un querubín grande, protector, creado por Dios para un trabajo especial en el Cielo. Quien mejor que Luzbel y que aquellos ángeles grandes y poderosos, que conocían que Dios era real. Uno se pone a pensar, cómo es posible que estas criaturas que estaban cerca del Señor, que vieron a Dios en su gloria y esplendor se levantaran en una rebelión.

La Biblia nos narra que este ángel fue lleno de iniquidad y pecó; también, dice que eran muchísimas veces que este querubín hizo cosas que desagradaron a Dios, la paciencia de Dios no fue una vez, ni dos veces, por ello lo echó del Cielo. En cuántos concilios, en cuántas iglesias ha habido conspiraciones de líderes por ambiciones de poder y grandeza; es que quieren ser importantes.

Esto que sucedió en el Cielo, cómo no va a suceder en la tierra; en todo tiempo y repetidas veces ha sucedido en la tierra, y es el mismo diablo que ya lo hizo en el Cielo, y viendo nuestra condición humana nos dice que hagamos aquello, y cuando alguien se preste para oír su voz –como pasó con Adán y Eva en el huerto del Edén, que dieron cabida y escucharon al diablo y todas sus mentiras- está predispuesto a caer en el engaño. Dice el apóstol Pablo: “todo esto está escrito para que no tengamos que caer en las mismas cosas que cayeron nuestros antepasados, que conocieron a Dios y sin embargo, cayeron en la trampa del diablo”, para eso está escrita esta Palabra, para anticiparnos de las obras del diablo.

Nunca Dios destruirá a una persona sin que antes le advierta, ya que Él es bueno; sin embargo este individuo (Luzbel) continuó, hasta que el Señor lo echó del Cielo, pero lo triste es que con él se fueron millones de ángeles. Tenga cuidado que Luzbel no esté detrás de alguno de ustedes, debemos estar en pie de guerra contra Satanás y contra los demonios.

El Señor está con nosotros, no vamos a retroceder pastores, hermanos, unámonos en esta tarea de la Evangelización, para echar fuera demonios y destruir fortalezas del diablo. Estamos en la hora de la gran victoria, ya está por sonar la trompeta.

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